Hoy os dejo la historia de una familia. Espero que os haga reflexionar tanto como me lo hizo a mi. Hay que ver la sociedad en la que vivimos, tal y como estan las cosas...
¿TUTELADO O SECUESTRADO?
La historia de 'J', narrada por su madre
A mi hijo de siete años lo dijeron que estaba en situación de
abandono emocional. Nosotros vivíamos en una casa de alquiler con dos
habitaciones, nos trasladamos a un chalet de cuatro dormitorios. Compré
una cuna que se hacía cama, la cama para mi hijo y la cuna para la niña.
Poco a poco íbamos amueblando según podíamos. El niño jugando en el
colegio se dio un golpe y le llevamos al hospital por si acaso tenía
algo más. A los pocos días volvió a caerse y de nuevo al hospital.
Entonces vinieron los de servicios sociales y como vieron la
habitación con la cuna, dijeron que el niño estaba en abandono
emocional. Pensaron que le teníamos abandonado, por mucho que dijimos
que poco a poco compraríamos los muebles, no nos hicieron caso.
Preguntaron al niño y les dijo como se había causado los golpes, pero
tampoco nos ha servido de nada.
Me dijeron que tenía que llevar al niño a un piso tutelado y que si
no lo hacía me tiraban la puerta abajo. Nos prometieron que los fines de
semana vendría a casa, pero solo hemos podido verle en un punto de
encuentro de Guadalajara desde hace año y medio, donde somos vigilados
con cámaras y una persona que tiene que escuchar lo que hablamos. Desde
junio del 2010 ha pasado del piso de acogida a estar en acogimiento por
la familia paterna, con la que no hemos tenido mucho contacto nunca, la
mía intento ponerse en contacto con ellos para acoger al niño y así
estaba entre personas con las que tenía trato, sin embargo no hemos
podido ser escuchados.
Antes podía verle todas las semanas, después cada quince días, ahora
una vez al mes en el punto de encuentro y cuando puedo comunicar por
teléfono con él, es con el manos libres. El niño repite lo que le dicen
que tiene que decir, igual sucede en las visitas, pero cuando podemos
irnos al baño, libre de cámaras me pide que le llevemos a casa y no
quiere quedarse cuando termina la visita. Está triste y cambiado, era un
niño alegre y no entiendo lo del abandono emocional.
Vamos a un psicólogo al que nos mandó Menores y esta semana nos dijo
que dejásemos de ir, cuando le pregunté por qué, me dijo que no se
habían cubierto los objetivos ¿qué objetivos? Ni él ni la asistente
social que va a casa nos indican nada, solo hacen preguntas que nosotros
contestamos aunque a veces, son muy dolorosas y tienes que esforzarte
para no perder el control.
Tengo miedo, mi hija la pequeña, tiene año y medio, mi hijo falta de
casa desde que tenía cuatro, ahora tiene siete. Mi temor es que como
ellos pueden decidir lo que quieran, me quiten a las dos niñas, la
mediana tiene cuatro, como me han quitado al niño.
Aunque económicamente no me resulta fácil trasladarme hasta el punto
de encuentro, procuramos hacerlo, menores dice que somos nosotros los
que tenemos que desplazarnos, cuando he recibido el papel comunicándome
el nuevo régimen de visitas mensual, he recurrido sin obtener respuesta
aunque hace ya más de dos meses.
He reclamado el expediente y tampoco he conseguido que me entreguen
unos documentos que son sobre mi hijo y sobre nosotros su familia. He
escrito al Defensor del Menor pero no tengo muchas esperanzas, hasta
ahora todos los intentos por recuperar a mi hijo no han servido de nada.
Me pregunto si la cantidad de dinero que recibe la familia de acogida
merece la pena a costa de tanto sufrimiento, no se lo que recibirán
pero mi hijo viste con la ropa de su primo y algunas cosas más que me
cuenta el niño cuando no nos escucha nadie. Ahora es cuando está en
abandono emocional, no está en su casa, ni con sus hermanas, no tiene
sus cosas y el cariño de sus padres, que aunque sin riqueza les damos a
nuestros hijos todo.
¿Qué es para los servicios sociales abandono emocional? Un niño que
es sacado de su casa, pasa a un piso tutelado y subvencionado por la
Comunidad de Madrid y sus Servicios Sociales. Más tarde a la familia que
no conoce, pero que seguro recibe compensación económica
y seguramente ese niño, como otros muchos, terminara en un centro
tutelado, en cuanto lo requiera cubrir las plazas que ofertan para
acceder a las subvenciones. Pero esto por lo visto no es abandono
emocional.
Los niños vendidos, incluso por entidades religiosas que buscan a sus
verdaderas familias, se han transformado en menores tutelados por la
administración y financiados por todos nosotros.
Si quereis mas información haced clic aquí. Agradezco la información al blog de Los ojos de Sonia por publicar esta noticia.